miércoles, 12 de mayo de 2010

Graffiti

Al pasar los años la ciudad ha sido marcada de diferentes maneras y por distintas personas. Es un acto de plasmar una huella, de fundirte con la ciudad, siendo su historia parte de ti y tu parte de ella. Esa historia se va creando poco a poco, se va tejiendo con pedazos aportados por cada ciudadano. La ciudad es de todos, compartimos una historia, pero también tenemos nuestra historia con ella, siendo las calles de la ciudad nuestro cómplice, amigo, consuelo, un medio de desahogo. Un medio que muchas veces es marginado, criticado, juzgado, pero que es nuestra herramienta para adueñarnos de la ciudad, reclamar nuestros derechos y dejar que nuestra voz se escuche. Una voz que no quieren escuchar, ni que sea escuchada debido a su contenido crítico y de oposición. Afirmado por Quiles en un fragmento de su ensayo, “De la IUPI a Rio Piedras un paso es”.


“Apropiarnos de espacios públicos y los muros para reclamar el derecho a la ciudad, a nuestra ciudad y cuestionar las políticas y proyectos impuestos. Al hacerlo confrontamos la estética convencional, la mirada estructurada para el ‘orden’. (Quiles, 2001, p. 35)


La ciudad es marcada para mostrar oposición y desagrado a lo que sucede. Una de las formas más utilizadas para marcar la ciudad es el “graffiti”. El “graffiti” es un medio de comunicación marginado por la sociedad, ya sea por la manera en la que se escribe o por su carácter de ilegalidad y crítica al gobierno. Los “graffitis” son instrumentos para expresar situaciones que otros medios de comunicación no se atreven a decir o simplemente la sociedad en la que vivimos los reprime de una manera indirecta. Esos medios, en su totalidad, están dirigidos por una minoría a la cual no le importan los intereses de la mayoría de los ciudadanos. Debido al desinterés y falta de preocupación por parte de los medios, es que surgen los “graffitis”, para denunciar de manera anónima y creativa, pero ilegal, lo que está sucediendo en la ciudad y para permitir que todos los que en ella habiten, estén informados de la verdadera realidad y no de una inventada a conveniencia. Las críticas de estos, por lo general, son mal recibidas por parte de las autoridades, las mismas que ponen en tela de juicio la integridad de los “grafiteros”. Estos suelen ser acusados de vandalismo y de dañar la ciudad. ¿Por qué según las autoridades estas personas dañan la ciudad? La respuesta a esta pregunta es simple y es que ellos están en contra de su política de gobierno y no les conviene que los vean a ellos como los nenes buenos. Al contrario, lo que quieren es que las personas los tilden de vándalos, los repudien y que no les presten atención a lo que ellos tengan que decir mediante el uso de “graffitis”. Hay que hacer la aclaración de que existen unos pocos que desean hacer daño, pero la realidad es, comúnmente, que estas personas quieren expresar su descontento ante los acontecimientos que ocurren y salir de la oscuridad hacia la luz.


El lograr el objetivo de llevar un mensaje conlleva varias estrategias las cuales fueron definidas por Armando Silva en su libro Punto de vista ciudadano (Silva, 1987). La clave de todo es el anonimato, emitir un mensaje que sea recibido pero sin identificarte para evitar ser fichado por las autoridades y el gobierno. La mayor parte del tiempo los “grafiteros” utilizan firmas para proteger su identidad y darse a conocer en ese mundo tan controversial. A veces me pregunto, ¿el anonimato es un efecto del miedo, lo hacen por diversión o simplemente es una combinación de ambas cosas? Creó que la respuesta a esta pregunta la presenta Julio Cortázar en su cuento “Graffiti”:


“En la ciudad ya no se sabía demasiado de qué lado estaba verdaderamente el miedo; quizá por eso te divertía dominar el tuyo y cada tanto elegir el lugar y la hora propicio para hacer un dibujo”. (Cortázar, 1980, p. 397)


Siendo el “graffiti” ilegal, es más interesante y llama la atención de una manera peculiar y diferente. Por eso es que el anonimato es clave, nos hace preguntar ¿Quién creó eso? ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué? Nos cuestionamos acerca de lo que dice y ese es el objetivo del emisor, llevar un mensaje que sea escuchado, analizado, que nos permita ver las cosas de otra manera. Al analizar este asunto, surge una premisa importante y difícil de contestar. ¿Deja de ser “graffiti” si se conoce la identidad de la persona? La realidad es que existen muchos “grafiteros” de los cuales se conoce su identidad y estos no dejan de serlo por ese hecho. La característica del anonimato es una bastante ambigua, ya que el que seas conocido por la comunidad no significa que dejes de ser “grafitero”. Dejar de ser anónimo te puede traer problemas a la hora de hacer tus dibujos, ya que no puedes firmarlos de la misma manera que lo hacías y si decides firmarlos del mismo modo tendrás que ser responsable de las consecuencias que esto pueda traer.


La característica de anonimato la tuvo por cierto tiempo un “grafitero” muy conocido en Puerto Rico cuyo seudónimo es Bik-ismo, Joshua Santos. El “graffti” que identifica a Joshua es una tostadora con la palabra ismo es su interior (Figuras 1 y 2). Joshua comenzó a realizar trabajos para la industria privada y firmó sus obras como Ismo. Al firmar sus obras con la palabra Ismo, fue identificado por las autoridades y tildado como vándalo siendo víctima de prejuicio social. En un comunicado de prensa publicado el 26 de octubre de 2006 en la página de internet www.graffiti.org Ismo comentó lo siguiente:


“En días recientes el Jefe de Seguridad del Municipio de San Juan, Adalberto Mercado, me ha acusado a mí, Ismo, de vandalizar las calles de la Capital pues alega que he pintado unas tostadoras…. ¿difamación o persecución maliciosa contra Ismo? (Graffiti PR, 2006)


Los “grafiteros” son llamados criminales (Figura 3) por expresar lo que piensan en un medio accesible para ellos, lugares donde son escuchados y tienen la libertad de reclamar lo que ellos crean pertinente. Los “grafiteros” son víctimas de prejuicio social y su arte no es reconocido como tal sino como vandalismo, lo cual es una lucha que llevan estas personas durante toda su vida.


a)
b)
Figura 1: Imágenes suministradas por Joshua Santos. El lugar de: a) es en Venecia, Italia y b) desconocido



Figura 2: Graffiti de Joshua Santos (Bik-ismo). Fue encontrado en el viejo
San Juan al lado del Departamento de Hacienda el día 26 de abril de 2010.


Figura 3: Anuncio plasmado en un edificio que se encuentra en la avenida Juan Ponce de León en Santurce, Puerto Rico. La foto fue tomada el 26 de abril de 2010.


Además del anonimato, el “graffiti” de Bik tiene todas las características esenciales a la hora de realizar un “graffiti”. La tostadora posee marginalidad porque esta dibujada en un lugar donde no se permiten pintar la paredes, es ilegal. Como mencione anteriormente, la ilegalidad del dibujo le añade interés y atrae la atención del espectador de una manera creativa. También se reta a las autoridades, las cuales repudian este tipo de acto. Por otro lado, es espontáneo ya que corresponde a un deseo de expresar o decir como dice Silva en el texto mencionado anteriormente. El lugar escogido es de suma importancia debido a que se debe analizar donde y a quien se le quiere llevar el mensaje. Por lo general, realizan su arte en lugares concurridos en los cuales las personas esperan y al tener que esperar se ven obligados a entretenerse observando lo que les rodea. Ejemplo de esto serían los trenes, paradas de guaguas, baños, entre otras cosas. En el caso de Ismo su mensaje es para el gobierno de Puerto Rico y escogió la parte posterior al capitolio por el cual transcurre un sin número de personas diariamente. Este detalle le agrega escenicidad al “graffiti”, ya que emite el mensaje a cierto sector en específico con elementos necesarios que le dan mayor sentido a lo que se quiere decir. Asimismo, el dibujo no es uno elaborado, ni utiliza materiales de alto costo y a mi juicio, puede ser realizado de una manera rápida, por esto es que el “graffiti” tiene otras características, la velocidad y precariedad. Además este “graffiti” ha sido borrado en varias ocasiones y eso le agrega fugacidad, ya que no dura suficiente tiempo. Un “graffiti” para Silva puede ser desde un dibujo elaborado hasta un mensaje escrito en una pared, siempre que estos posean algunas de las características mencionadas anteriormente.


Unas letras escritas en una pared podrían ser consideradas como “graffiti”, según la descripción de Armado Silva en su libro. Un ejemplo de esto sería la Figura 4, la cual posee las siete valencias que debe tener un “graffiti”. Es anónimo, precario, fugaz, veloz, escénico, espontáneo, marginal. A pesar de poseer esas características, el escrito no es considerado como un “graffiti” sino como una pintada, según lo explica Marina Zaplana en su ensayo “El “graffiti” y la pintada: Texto como forma de hacerse escuchar” (Zaplana, 2005). Un “graffiti”, según Zaplana, es original, las personas que lo realizan buscan ser reconocidas y respetadas dentro de ese mundo, desean tener un nombre. Mientras que la pintada busca un mayor público, no tienen ningún tipo de interés estético, ni originalidad.


La pintada y el “graffiti” tienen un interés en común y es la libertad de expresión. Tienen como objetivo comunicar un mensaje, dejarse ver. La diferencia entre “graffiti” y pintada se muestra en la figura 4, para Silva es un “graffiti” pero para Zaplana no lo es, es solamente una pintada hecha por cualquier persona disgustada con los acontecimientos ocurridos en la ciudad.


Figura 4: La UPR no se vende, escrito en el portón de la UPR de Rio Piedras. Foto tomada el 26 de abril de 2010.

La situación fiscal que está viviendo Puerto Rico actualmente se ve reflejado en la Figura 4. Los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico están en un proceso de huelga indefinida, de lo cual hace alusión la Figura 4. “La UPR no se vende”, el sentir de una comunidad, de un pueblo entero que se ha unido a la lucha estudiantil. Una lucha por el derecho a la educación, derecho que puede verse afectado por unos pocos, por la clase privilegiada del país, el gobierno. Un gobierno que piensa que la educación es un privilegio, pero no, es un derecho que debemos defender y pelear por él, sin importar las consecuencias. El privilegio se lo otorgó el pueblo al elegirlo como representante de nuestros intereses. Todo esto y mucho más, es lo que quieren expresar los mensajes en la pared o pintadas como diría Zaplana.


a)

b)

Figura 5: a)¡Rebélate! El pueblo se respeta. b) No ley 7. Mensajes en un edificio que se encuentra en la avenida Juan Ponce de León en Saturce, Puerto Rico. La foto fue tomada el 26 de abril de 2010.


La Figura 5, al igual que la 4, es considerada como “graffiti” para Armando Silva y como pintada para Zaplana. “ !Rebélate! El pueblo se respeta”, “No ley 7”. Ambos mensajes hacen mención a las consecuencias de la Ley 7 en el país. Ley que dejó sin empleos a muchos ciudadanos, sin tener entradas para sustentar a su familia. Es un reclamo para la persona en la que confiaron sus votos. Persona que en su campaña de gobierno prometió no despedir a nadie. Promesas que se las llevó el viento, siendo esto lo primero que hizo al comenzar su gobierno. El “graffiti” ha servido como medio para desatar la furia, el rencor, todos esos deseos reprimidos. Esto ha causado que el pueblo salga a gritar aunque no quieran que sea escuchado. Es un grito que va a llegar porque es una comunidad completa, es un pueblo que a coro canta.


Dicho esto podemos señalar que el “graffiti” es una manera en la cual el ser humano se manifiesta, se desahoga de todos los sentimientos reprimidos que lo poseen. En la pared blanca, utilizada como hoja de papel, es donde plasma todas las cosas de la vida que cree incorrectas o que no son de su agrado, es parte de una cultura. Una cultura que necesita comunicarse de una manera u otra y al vérsele negado los medios, utilizan vías alternas para cumplir con su objetivo, mostrar su inconformidad. El problema es que estos medios suelen ser marginados y rechazados por la sociedad, su arte no es aceptado como tal, sino como garabatos que dañan las paredes de la ciudad. Esos “garabatos” son parte de la historia de la ciudad, son la ciudad. Una voz que está oculta en la oscuridad, una a la cual no quieren escuchar, una que mediante el “graffiti” sale a la luz para gritar y para hacerse notar.


Bibliografía
Cortázar, J. (1980). Graffiti. In J. Cortázar, Querémos tanto a Glenda (pp. 397-400).
Graffiti PR. (2006, October 26). Retrieved April 28, 2010, from http://cascara.wordpress.com/2006/10/15/habla-ismo/
Quiles, E. R. (2001, September). De la IUPI a Río Piedras un paso es. Diálogo (UPR) , p. 35.
Silva, A. (1987). Punto de vista ciudadano. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
Zaplana, M. (Junio de 2005). El Graffiti y la Pintada: Texto como forma de hacerse escuchar. Revista Electrónica de Estudios Filológicos .

No hay comentarios:

Publicar un comentario