miércoles, 12 de mayo de 2010

La crítica de la ejemplaridad en Cervantes y Moliere

"Heles dado nombre de ejemplares, y si bien lo miras, no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso; y si no fuera por no alargar este sujeto, quizá te mostrara el sabroso y honesto fruto que se podría sacar, así de todas juntas, como de cada una de por sí." Miguel de Cervantes Saavedra, prólogo de Las Novelas Ejemplares

En la edad media, [la época oscura o perdida], se cultivó un género que logró permanecer en la historia hasta estos días, el “exemplum”. Este género es uno didáctico-literario, que usualmente lo utilizaban los predicadores, oradores, entre otros, para llevar una enseñanza moral a quien le escuchaba. Se basaba en el ejemplo, que es la palabra latina de la cual se relaciona el “exemplum”, que fundamentalmente eran de historias ocurridas a los que lo contaban o a otros, siendo la mayoría de las veces la causa y efecto el tema principal. La causa y efecto era una especie de método para manipular, en cierta manera, a las personas. La sensación que sentían los oyentes era una de miedo al castigo, ya que la mayoría de los ejemplos eran de actos “negativos” que cometían ciertas personas y las consecuencias que estas tuvieron que enfrentar por no dejarse llevar por la ley, por la moral, o por lo que dice la “Biblia”, según la interpretación de los religiosos.


“Berganza…Primero, has de presuponer que todos en cuantos en él trabajan, desde el menor hasta el mayor, es gente ancha de conciencia, desalmada, sin temer al Rey ni a su justicia;”-Las Novelas Ejemplares, “El coloquio de los perros”, Cervantes

La ley, el amor y la moral religiosa están relacionados directamente por muchos aspectos. La ley es una represión de las pulsiones animales que tiene el hombre y esas pulsiones generalmente vienen del amor, que según Marsilio Ficino es querer ser. Ese querer ser no es siempre acerca del dejar de ser uno para convertirse en otra persona sino que podría ser otro tipo de deseo que tienen las personas y es la pulsión agresiva, que a algunas personas les causa placer, pero este placer debe de ser controlado porque podría afectar a otros hombres y por esto es reprimido por la ley. Pero a su vez, las leyes se rigen en gran manera por la moral religiosa en esa época y en la que vivimos actualmente, se podría decir que la iglesia es otro poder que regula nuestras vidas, o por lo menos la vida de los que se dejan.


Miguel de Cervantes Saavedra, en sus novelas ejemplares utilizó el “exemplum” como recurso de muchas de las “novellas”. El fin de Cervantes en este texto va mucho más allá de que el lector obtenga una enseñanza moral de las lecturas, quiere que el lector piense y analice lo que se está tratando de decir, “todas juntas y por sí mismas”. Sin embargo, es cierto que las novelas de Cervantes estuvieron escritas por separado, lo que la afirmación que hace en el prólogo, de que se podría encontrar algún mensaje en “todas juntas y por sí mismas”, es un poco confusa. Hay que aclarar que algunas de las novelas están entrelazadas por algún detalle, algo típico en Cervantes, que utilizaba el método de una novela dentro de una novela. Esto se ve en la última “novella” de Las Novelas Ejemplares, “El coloquio de los perros”. El coloquio es una “novella” dentro de la “novella” anterior, “El casamiento engañoso”.


“El coloquio de los perros” es una novela pícara de experimentación. El autor no sigue las reglas establecidas que definen este género. El diálogo entre ambos perros es una falta a esas reglas, ya que en la novela picaresca se habla en primera persona. El hecho de que Cervantes no cuente la historia de la manera establecida, se debe a que él piensa que contar en primera persona limita, principalmente cuando muere la voz narrativa. Mientras que el diálogo, le permite saltar el escollo de la incompletitud autobiográfica. Utilizando un diálogo entre dos perros, Cervantes hace una crítica a la sociedad y hasta a él mismo. El hecho de que los perros pudieran hablar, le da un sentido de fantasía a la historia, pero a su vez le da realidad con lo que se dice. Una realidad de la que se habla concretamente en la historia es acerca de la murmuración, imposible de evitar.


“Cipión. ¿Al murmurar llamas filosofar? ¡Así va ello! Canoniza, canoniza, Berganza, a la maldita plaga de la murmuración, y dale nombre que quisieres, que ella dará a nosotros el de cínicos, que quiere decir perros murmuradores…”-Las Novelas Ejemplares, “El coloquio de los perros, Cervantes


Para poder ser una mejor persona y tener virtud moral, Cipión pensaba que tenía que cuidar su lenguaje. Siempre que existan cosas, que no son concretas, va a existir una confrontación, lo que eventualmente se podría decir que terminaría en una murmuración. Lo que esto significa es que el murmurar es inevitable y que la murmuración va a seguir siendo parte de la vida diaria de cada cual hasta que no exista humanidad. Además de la murmuración se critica lo siguiente
“Berganza. Deso podemos inferir que tanto peca el que dice latines delante de quien los ignora, como el que los dice ignorándolos”-Las Novelas Ejemplares, “El coloquio de los perros”, Cervantes


El uso que las personas hacen del lenguaje para poder sentirse superior o abusar de los que no tienen conocimiento, es el tema clave. Algunas personas hablaban a los que no sabían la lengua y otros la hablaban sin saberla, todo por aparentar o conseguir beneficios astutamente. Lo superficial es a lo que no se le debe dar importancia. Esto se podría comparar con la crítica que se hace acerca de los sabios, que se las “echan” sin tener motivo o razón, o sea, sin saber nada de lo que hablan o inventándose cosas, aprovechándose de la ignorancia de los demás y del poco conocimiento que tienen.


“Cipión… para recibir un criado, primero le espulgan el linaje, examinan la habilidad, le marcan la apostura, y aun quiere saber los vestidos que tiene…”- Las Novelas Ejemplares, “El coloquio de los perros”, Cervantes


Lo que nos está planteando es el problema que existe con dejarse llevar por las apariencias. Donde lo superficial es lo que importa y no la verdadera persona. Es el sujeto, el yo sujetado por la ley, lo primordial y no el yo autentico. Lo importante es siempre entender que no todo lo que se ve es realmente lo que es, algunas veces podría ser un acto de hipocresía.
La hipocresía de la que se habló anteriormente es un tema en la obra Tartufo del dramaturgo Jean Baptiste Poquelin, conocido popularmente como Molière. El texto fue muchas veces reescrito ya que lo prohibieron por su contenido. Lo que esto significa es que lo que podemos leer hoy día no es necesariamente lo que Moliere quería decir, sino lo que la iglesia exigía, no directamente, pero si a través de Rey Luis XIV.


La obra Tartufo está influenciada por los sucesos que estaban sucediendo en los momentos en los que se escribió. La monarquía absoluta es uno de los acontecimientos más notorios del reinado de Luis XIV, quien fue Rey de Francia, mientras se escribió la obra. La monarquía absoluta fue un modo de gobierno en la que el monarca tiene el poder absoluto. Esto quiere decir, que el monarca puede cambiar las decisiones o lo que le venga en gana a su propia voluntad. El hecho de que “supuestamente” el Rey no le tenía que responder por sus acciones a nadie sino a Dios, es la base con la que se fundamenta el poder absoluto. Este tema de que el Rey puede tomar las decisiones que quiera y cuando quiera se ve en el final de la obra.


“El exento…De todos vuestros papeles, de los que vuestro enemigo se decía dueño, quiere el príncipe que yo despoje al traidor y los ponga en vuestras manos, y quiere también el soberano poder del monarca destruir las obligaciones del contrato en el que donabais todos vuestro bienes.”-Tartufo, Moliere


El tema principal de la obra es la hipocresía cristiana y el fanatismo de las personas hacia estos. Moliere muestra su desconfianza en las personas que dicen llamarse cristianos y que ostentan llevar la verdad de Dios. Piensa que muchos son pícaros que lo que intentan es encontrar una mejor vida con astucias, mentiras, estafas, o sea, con lo contrario a lo que predican. También, critica a los seguidores de estos estafadores, que sin ningún tipo de investigación previa, se creen todo lo que le dicen, aunque sea, visiblemente una mentita. Este tipo de relación hipócrita-fanático lo representan Tartufo y Orgón. Donde el primero es el hipócrita, mentiroso y charlatán, que tiene cegado con sus mentiras a Orgón. Siendo Tartufo un espejo de Orgón, lo que este quisiera, anhelara, o lo que en realidad fuera.

“Orgón… Todos le odiáis y veo desencadenados contra él mujer, hijos y servidores. Desvergonzadamente ponese todo a cuento para hacer salir de mi casa a este hombre devoto; pero cuanto más se haga para expulsarle, más quiero aplicarme a retenerlo”-Tartufo, Moliere


En esta cita se deja notar claramente el fanatismo de Orgón y su defensa hacia Tartufo sin una previa investigación o análisis acerca de la situación, es una confianza pura que nadie podrá romper, sino que aumentará a medida que traten de “difamarlo”.


Tanto Cervantes como Moliere utilizan la ejemplaridad en sus textos de una forma diferente pero similar. Cervantes la utiliza con el significado que tenía en la edad media el “exemplum”. Mientras que Moliere la utiliza en el sentido de ejemplaridad religiosa. A través del progreso del análisis de los dos textos, ambos llegan a una misma conclusión y es que esta sociedad está sometida a las apariencias, no piensan en nada mas, en realidad, no piensan en nada. Piensan que porque alguien que hable algo que uno no entiende, ya esa persona es un sabio. El problema es que realmente no saben si esa persona tiene conocimiento o lo que está diciendo son disparates. De la misma manera sucede con los religiosos, no todo el que dice serlo y que lleve una Biblia bajo el brazo es un verdadero cristiano. Recuerda que el cielo está lleno de hipócritas cristianos. No todo lo que se ve es lo que es.

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