miércoles, 12 de mayo de 2010

Del humanismo al escepticismo: Erasmo, Montaigne, Shakespeare

“La naturaleza definida de los otros seres está constreñida por las precisas leyes por mí prescritas. Tu, en cambio, no constreñido por estrechez alguna, te la determinarás según el arbitrio a cuyo poder te he consignado”Pico Della Mirandola


El ser humano es quien es, no por lo que le fue asignado sino por lo que ha decidido ser. Dios lo ha hecho a su imagen y semejanza pero le permitió decidir el camino que llevaría su vida.


“Al hombre, desde su nacimiento, el padre le confirió gérmenes de toda especie y gérmenes de toda vida. Y según como cada hombre los haya cultivado, madurarán en él y le darán sus frutos. Y si fueran vegetales, será planta; si sensibles, será bestia; si racionales, se elevará a animal celeste; si intelectuales, será ángel o hijo de Dios.”-Pico Della Mirandola, Oración por la dignidad del hombre.


El hombre está abierto a infinitas posibilidades, podría escoger el camino del bien o el camino del mal, moralmente hablando. No tiene ningún límite, no existe nada que le impida ser lo que desee, su único impedimento sería él mismo. La manera en la que decida llevar su vida es lo que definirá quien es, siendo el principal protagonista de su vida y no Dios, dejando aparte todo lo que cualquier dogma impusiera. De esta manera se comienzan a cuestionar, dudar o razonar las verdades establecidas, pensando en que no existía verdad alguna sino diferentes opiniones o razonamientos de algún hecho. Tenía que existir un estudio más profundo de lo que se creía verdad, para así tener conclusiones propias y no unas plasmadas por lo que es la supuesta verdad, una verdad que no es corroborada sino que es aceptada por “fé”. Una de las figuras que comienza con este pensamiento conocido como escepticismo, es Michel de Montaigne, el creador del ensayo.


Michel de Montaigne, vivió su vida con el lema ¿Qué se yo?, para él no existía la verdad absoluta ni sabía exactamente lo que sabía. Por esto, en la mayoría de sus ensayos existe una alta concentración de un pensamiento de Sócrates, “Conócete a ti mismo”. Su enfoque es el hombre y no Dios. El habla sobre su intimidad con él mismo, saber cuáles son sus miedos, virtudes, pero también quería conocer su dignidad, esa dignidad de la que habla Pico. Asimismo, pensaba que el camino a la muerte debe ser uno que disfrutemos y no tenerle miedo, puesto que cada día que vivimos es un día más que nos estamos muriendo. Que dejemos de menospreciar la vida como la religión infunde porque la vida es larga, pero la muerte es solo un momento del que no te recordaras. Por otro lado, esa vida procura vivirla bien y disfrútala sin preocupaciones, para que cuando llegue tu momento, no te arrepientas por haberte estado preparando para la muerte y a su vez haber perdido tu vida.


“Nuestra religión no ha tenido más seguro fundamento humano que el menosprecio de la vida……¿A qué cometer la locura de llorar porque de aquí a cien años no viviremos, y por qué no hacer lo propio si hace cien años no vivíamos?...... ¿Quién de nosotros no tornaría a broma la consideración de la desdicha o dicha de un momento de tan corta duración?” -Michel de Montaigne, “Que Filosofar es prepararse a morir”


Al igual que Montaigne, Erasmo de Rotterdam fue una de las principales figuras que pasa al escepticismo. En su libro, Elogio de la locura, habla sobre dos tipos de locura. La locura que te lleva a cometer actos atroces, la cual debe evitarse, y la locura que te ayuda a sobrellevar esta vida que está llena de tantos problemas y dificultades. Al mismo tiempo, pensaba que lo primordial era la sabiduría y la vida cristiana, pero no estaba de acuerdo a la construcción del tipo aristotélico-escolástico como estaba formada la iglesia. Su base se fundamentaba en volver al cristianismo primitivo donde lo que importaba era tu relación con Dios y había que deshacerse de todas las cosas que los teólogos dicen que son “verdades”.


“Quizá sería mejor pasar en silencio por los teólogos y no remover esta ciénaga ni tocar esta hierba pestilente, no sea que, como gente tan sumamente severa e iracunda, caigan en turba sobre mí con mil conclusiones forzándome a una retractación y, caso de que no accediese, me declaren en seguida hereje. Con este rayo suelen confundir a todo el que no se les somete.”-Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura, capítulo LIII


Para conocer la verdad, una que nunca va a llegar a ser verdad absoluta, hay que volver al texto principal, la Biblia. Un texto que no está influenciado por nada ni por nadie sino que se deja para una interpretación individual de cada cual.


Una figura que estuvo influenciada por los hombres mencionados anteriormente es William Shakespeare. Escribió una obra de teatro titulada Hamlet. En sus escritos Shakespeare comunica duda, me atrevería a decir que es el rey de la misma ya que nunca está seguro de las cosas que ve o dice. Además, tiende a insertar en sus argumentos cosas que están en la frontera de la realidad y la ficción o simplemente el personaje no puede distinguir si algo es real o no. A su vez tampoco cree en todo sino que razona por sí mismo y no por las cosas que le están impuestas.


“There are more things in heaven and earth, Horatio,
Than are dreamt of in your philosophy”-
William Shakespeare, Hamlet, acto primero-escena 5


Lo importante de todo es estar abierto a bastas posibilidades, saber que eres un hombre que puedes ser quien quieras y como quieras. Conocerte a ti mismo, pero hay que estar claros que no se podrá llegar a una respuesta precisa sobre lo que es el hombre en sí, pero de lo cual puedes estar seguro es que eres capaz de tomar tus propias decisiones sin tener que someterte a ninguna doctrina. Tienes el derecho de analizar y tener tus propias conclusiones, que aunque nunca van a llegar a ser verdad absoluta, por lo menos son tuyas y no estarán influenciadas por nadie.


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